Desde el centro de Planoles (1.137 m.) hay que seguir el carrer de Ribes y girar a la izquierda por una
calle hasta cruzar la carretera N-260. Se continúa subiendo para situarse en la
entrada del camping que hay que bordear por la izquierda y encontrar el inicio
de la senda. El ascenso es muy directo a través del bosque, alternándose de vez
en cuando con la carretera que sube al mismo collado. Hay que tomárselo con
tranquilidad, ya que son 600 metros de
desnivel hasta la fuente del área de recreo del Corral Blanc. Nos acompaña la
lluvia y entramos en el refugio (1.810 m.) para
tomar algo calentito. Llevamos andando una hora y treinta minutos.
Desayuno en el
albergue, 5 de la mañana
Cartel con la etapa
de Planoles a Nuria
El sendero cruza varias veces
la carretera
Refugio de Corral
Blanc a las 6.30 horas
Nos
dejan entrar con las botas puestas
El tiempo nos da una
tregua y la lluvia solo aparece de forma testimonial. El camino sigue por la
carretera y en unos veinte minutos alcanzamos el collado envuelto en la niebla.
En Les Barraques (1.900 m.), hay que tomar la
pista de la izquierda que se dirige conjuntamente con el camino que va
directamente a Nuria por la Fontalba (variante de la Gr.11). Atención, en
apenas unos minutos y al cruzar un gran prado, hay que abandonar el camino
principal y desviarnos a la derecha. El desvío está sin marcar y debemos buscar
las señales del sendero que baja por el bosque hacia el fondo del barranco de
Extremera (1.800 m.).
Cruce en el collet de Les Barraques
La Gr. 11 sigue la
dirección a Queralbs
Se deja el prado para bajar por el bosque
Cruzando el torrent d’Estremera,
8 horas
A partir del río, el
camino desciende por la margen izquierda en busca del nuevo valle. Se está
despejando del todo y podemos guardar definitivamente las capas de lluvia. La
vall d’Estremera es abrupta y con algunos cortados espectaculares. El descenso
hasta Queralbs salva un desnivel de 600 metros que resultan vertiginosos. Hay tramos
que están marcados con hitos para no confundirse con las trazas de ganado. Una
vez en la pista hay que seguir descendiendo hasta encontrar el cruce con un
cartel que señala la ruta de las minas. Es el momento de tomar a la derecha una frondosa vereda con zonas empedradas que llevan a Queralbs (1.220
m.). La parada en su iglesia románica es una visita obligada.
El tiempo mejora y es la hora de las fotos
Asomados a la profundidad del
barranco
De la pista a la humedad del sendero
Ermita de S.
Sebastiá, cerca de Queralbs
Iglesia de
Sant Jaime y su atrio, 9.30 h.
Al final del pueblo
hay que tomar la dirección indicada del Camí a Nuria. El camino vuelve a
ascender, esta vez por encima del valle del Freser, cruzando la carretera que
va a Fontalba. Por la pendiente sube también el tren de cremallera que se
dirige a Nuria. La senda está muy bien cuidada, con tramos empedrados rodeados
de vegetación que le dan un aspecto encantador. Llegados al río Nuria hay que
cruzar el puente (1.700 m.) y cambiar de lado
para remontar el desfiladero. Este último tramo es bastante empinado y llega
justo al final, así que hay que subirlo despacito.
Inicio del Camí a
Nuria, 10 de la mañana
La retama florecida
inunda el camino
Pont del Cremat, 11 h.
de la mañana
La cascada conocida
como cola de caballo
El camino está muy
concurrido y por las pintas de algunos, se utiliza para entrenar carreras de
montaña. A los lados, el rododendro brilla suspendido en las laderas como si fuera un manto
rosado. Cuando el valle se abre hay una bonita vista de todo el enclave, aunque
el edificio más bien parece una cárcel. Paseando por la hierba del Santuario
de Nuria (1.967 m), se comprueba que
hay de todo, hasta un comedor libre para esquiadores que va de maravilla. Arriba espera
el tren de cremallera, es el único medio de transporte para regresar al valle de
Ribes.
Salida del cremallera a
Ribes de Freser
Cambio de tren para volver a Puigcerdá
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